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Mostrando entradas de febrero, 2022

Sura 45: "Preso en mi ciudad"

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    1.       Una vez le hice el amor a un Drácula con tacones era un «pop» violento que guio el gran estilo siniestro. 2.       Ahora ya no llora… Preso en mi ciudad (¡¡¡ja-ja-ja!!!) Casi ya no llora, ¡atrapado en libertad! 3.       Practicamos tiro al pichón y un test para ir al espacio con mi delicioso campeón y el rock como todo llanto. 4.       Fue un esclavo sensible y chillón y fácil para el gatillo atrapó un beso bienhechor con ojos al rojo vivo. Sura Redonda. Introducción: Drácula en el Islam. Lejos de ser inventada en Drácula de Bram Stoker en 1897, la mitología vampírica ya era muy popular en el Imperio Otomano del siglo XVI . Allí se conocían criaturas que “chupaban la vida” en los diferentes idiomas y culturas del imperio, como upir, obur, vrykolas, hortlak, cadı, mechey, tecz y strigoi , con las mismas características conocidas hoy en la cultura pop: muertos vivos que se levantan de sus tumbas, con capacidad de volar, superfuerza, odian la luz del día y

Sura 44: "Luzbelito y las sirenas"

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1. -Luzbelito sabe que su destino es de soledad ve también que los demás se dan cuentan de la risa que le da. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! que risa le da. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! que risa le da. 2. -Un par de culos va a patear de los que le juran más lealtad y llorará en su corazón como un nazareno del Cuzco. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! esa lágrima. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! que risa le da. 3. -La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo si un dios bobeta -¡Bim bum bam! toca en tu roncanrol lacrimógeno. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡esa lágrima! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡que risa le da! 4. -Estos ojos… ¿de quién son? ¿de quién son mis deseos de hoy? ¿y este insomnio de quién es? (Luzbelito pregunta una y otra vez…) ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! mis deseos de hoy… ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! mis deseos de hoy… Sura Redonda. Para conocer mejor al personaje de  Luzbelito  les recomiendo leer  Sura 16 “Fanfarria del cabrío”  y  Sura 33 “Gualicho” . El título enlaza a Luzbelito con  las sirenas , personajes mitológicos que llevaban a la perdición a los navegantes que escuchaban su