Sura 64: "Soga de Caín"

 


Interpretación:


Este es un tema instrumental incluido en el disco "Lobo suelto, cordero atado, vol. 2".

Es conocida la historia bíblica de Caín y Abel y quienes seguimos una tradición basada en textos sagrados debemos tratar de extraer de estas historian enseñanzas que nos permitan reflexionar e sentirnos interpelados.

Según el Sagrado Corán, cuando Caín iba a matar a su hermano, Abel lo amonesta y trata de advertirle sobre el terrible destino que le espera si comete un asesinato.

“Incluso si intentas matarme, ciertamente no intentaré matarte. Tengo conciencia de La Divinidad, el Quien ha creado todo. Preferiría que asumieras la responsabilidad exclusiva de los errores de ambos y te convirtieras así en un habitante del infierno; esto es lo que se merece un injusto”. (Surah Al-Ma'idah, aleyas 28-29)

La actitud de Abel frente a la amenaza de su hermano, es signo de su noble carácter y piedad. Él se autocontroló de tener con su hermano el mismo trato con que su hermano se dirigió a él, como clarifica el siguiente verso: “Aunque extiendas tu mano para matarme yo no extenderé la mía para hacerlo, yo soy consciente de Allah.” (5:28)

En otra versión de Abdullah ibn Amr, menciona lo siguiente: “por Allah la victima (Abel) era más fuerte. Pero su obediencia lo restringió a él de levantar sus manos en contra de su hermano.”

El Profeta Muhammad dijo: “cuando dos musulmanes se confrontan entre si con sus espadas tanto el asesino como el asesinado estarán en el fuego” los compañeros le preguntaron: “Oh mensajero de Allah, es así con respecto al asesino pero que hay del asesinado” el Profeta Muhammad dijo: “porque él también intentaba ansioso matar a su compañero”

¿Por qué la Soga?

La Sura 11 se llama Al Masad:

"Que perezcan las manos de Abu Lahab y que perezca él. (1) No le servirá de nada su riqueza ni todo lo que obtuvo. (2) Entrará en un Fuego llameante (3) y también su mujer, la portadora de leña, (4) con una cuerda de esparto rodeando su cuello. (5)"

Abu Lahab y su esposa era los tíos de Muhammad y fueron muy hostiles con la incipiente comunidad islámica.
Una vez Abu Lahab persiguió y golpeó a Muhammad con piedras en uno de esos mercados. Lo golpeó con tanta fuerza que sus pies comenzaron a sangrar profusamente y sus babuchas se llenaron de su propia sangre, causándole gran dolor y dificultad para caminar.

Muhammad y la mayoría de los musulmanes dejaron La Meca en el año 622, y Abu Lahab y
a no tuvo ninguna interacción directa con su sobrino desde entonces.

Respecto a la palabra “Masad”, es una cuerda hecha de palma, que es una soga áspera, una cuerda de esparto.

En otro hadiz el Imam Ahmad narro de Ibn Mas´ud que el Profeta dijo: “ningún alma es asesinada sin que el primer hijo de Adam deba soportar parte de ese pecado. Porque él fue el primero en iniciar el acto de asesinato".

Lobo Suelto y Cordero Atado

En el instrumental se puede escuchar el gruñido de un lobo y a continuación pueden leer los prólogos de Lobo Suelto y Cordero Atado:

Lobo:

En el principio fue la compasión y el principio es la mitad de todo. A partir de entonces ciertas mentiras dieron vergüenza. Sucedió así: una gloria mucosa cayó del cielo y allí donde cayó se alzaron la carne del lobo y la del gemelo enrulado con hechuras de cosa humana. Sobre esta tierra mansa reinó entonces el germen verdadero de la muerte con la dulce sangre en sus fauces. Desde ese momento el nuevo diablo fue seductor sólo para la inocencia y vistió la piel de lobo diciendo:

"Corderito, soy el miedo que te muerde cuando la muerte baila sobre tus cuadriles perfumados. Cuando olfatea tu carne tibia de fetiche, de ídolo adorado que no besó la cola del primer Satán, porque nunca dejo de recordar que el sufrido viejo también fue un ángel. Corderito... no es bueno mantener al lobo hambriento (terminas con el corazón en la boca te lo digo yo, ji-ji). Vos, corderito, multiplicaste la crueldad durante milenios. No tuviste compasión. No hiciste uso del movimiento del alma que nos hace sensibles al mal que padecen los demás. Querido corderito... a partir de ahora perderás tu inocencia, pero no temas, la pérdida de la inocencia traerá belleza a tus ojos. Recién ahora podrás mirar la naturaleza con melancolía. Este lobo hechicero que soy, subirá al cielo consumido por tus palabras. Te dejaré las sobras, y aunque es verdad que hay un mundo en ellas, ascenderé con la esperanza de que no te pruebes la piel que yo gasté. Porque... corderito... ¡Aquí es el mas allá!"
PD: El próximo diluvio te vuelvo a ver.

Siempre tuyo, Lupus El Lobo.

Cordero:

Lupus, viejo amigo...

¡Ay! Si todo ese amor hubiera sido cierto... todas esas visiones... ¡Cómo nos gustaban esas naves! ¡Cómo nos gustaban! Auguraste que mi estrella se volvería un lugar inhabitable. Hiciste de todo por desengañarme, pero tu lengua es una vieja amiga mía. Me dijo más. Recuerdo una noche en el Gran Restaurant de la Naturaleza. Una noche de tierra llena en la luna. Aquella cuando mi cuerpo para vos cruzo la línea y murió a carcajada limpia. Una noche más donde mi Padre en los Cielos se merendó a tu Padre en los Cielos y el Cordero fue lobo del lobo.

Querido Lupus, caballero magistral, no es que vos me gustes, no me gusta tu trabajo ¡Un coloso goloso cometiendo brujerías de bebito! La violencia que añoras regresará en cuanto el nuevo Satán encuentre pareja... y será, quizá, la última pulsión de esta vida. Es fácil reconocer en vos los cromosomas del éxito, pero conmigo se da una rara paradoja: Pienso para mí. ¡Bah! Total el oficio de dios es perdonar. Y me coloco mi virgo de descarne. O sea, si sobrevivo ya no soy ni un cordero. Y así me veo, más de una vez, amargado como el culo de un pepino, envidiando el quilombete que vos estelarizás. No quisiera que sufrieras mi pasión ni por una sola noche.

Hasta pronto, querido amigo... perdido por perdido

Rulo, El Cordero

PD: Dame pan y dime tonto.


Nunca más

En este 24 de marzo donde se conmemoran a las víctimas de terrorismo de la Dictadura Cívico-Militar en Argentina.

Es un ejemplo de la historia que hemos mencionado.

Lejos de la venganza, de responder con violencia a crímenes de lesa humanidad, secuestros, torturas, violaciones, asesinatos y expropiación de niños y niñas. A los genocidas se les dio derecho a un juicio. Siempre buscando Memoria, Verdad y Justicia.


Artista:

Fernand Cormon

Caín, con ojos desorbitados, dirige a su tribu abrumada por la sentencia de Jehová. Sus hijos llevan una camilla de madera sobre la que están una mujer asustada y sus hijos dormidos, y de la que cuelgan trozos de carne ensangrentada

Como castigo, Caín fue condenado a vagar por la tierra; pero se le colocó una marca particular para preservar su vida ante los habitantes de la tierra.

Ni Olvido. Ni Perdón.

 


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