Sura 63: "Pinturas de Guerra"




Cuando ya abandone
mi nombre a merced de miserables, Ay!
Tal será mi vergüenza
que enviaré mi fantasma a librarme de ellos

Con pinturas de guerra
volveré a dar batalla
Si la adversidad triunfa dolerá porque fui feliz

Fuimos tan graciosos
y también tan valientes que aún reímos
Todos esos jodidos
que "retienen la vida un poquito nada más"

Siempre tienen a mano
las más tontas razones
para mentir a gusto siempre a gusto del poder


Introducción:


Todo este tema ronda entorno al concepto de martirio en el Islam.

Comparto un escrito de la comunidad de musulmanes andaluces.

Todos esos jodidos
que "retienen la vida un poquito nada más"

Los hombres y mujeres bomba han puesto de actualidad el tema del martirio en el Islam, y es necesario hacer algunas precisiones. No hay que llamar mártires a los ‘suicidas’, porque ‘mártir’ es el que muere dando fe de un ideal, no el que mata. Quienes se auto inmolan son, simplemente, ‘terroristas’.

Siempre tienen a mano
las más tontas razones 
para mentir a gusto siempre a gusto del poder

En este camuflaje de la realidad, el soldado -el mercenario- que mata y se salva es mejor que el que mata y muere. Pertenecer a un ejército convencional o estar a sueldo de alguien te libera de acusaciones de terrorismo. Los asesinos ‘pacifistas’ están al margen del fanatismo, la desesperación y la locura.

El inocente mártir cristiano que se ofrece al tormento antes que renunciar a su fe es modelo de masoquismo sagrado. En el Islam no cabe esa postura. En el Islam la tontería no es noble ni se santifica. Se prefiere que una persona musulmana oculte y niegue su condición antes de prestarse al sadismo de nadie. La Shahâda (el ‘martirio’) es otra cosa. Es luchar hasta el extremo de morir por una causa justa. Es valor y arrojo, que no son negación de la vida sino afirmación de la dignidad. La Shahâda, el ‘martirio’, sólo es posible, en el Islam, en un campo de batalla.

Con pinturas de guerra
volveré a dar batalla
Si la adversidad triunfa dolerá porque fui feliz

El shahîd, el ‘mártir’ musulmán, es modelo de dignidad. El shahîd renuncia a su vida porque realmente vive en Allah, y Allah es la Verdad. Su causa es la Verdad, y en ella se defiende, protege su casa, lucha por los suyos, combate por su tierra, hace cara a los tiranos y se presenta sin miedo ante los farsantes.

Cuando ya abandone mi nombre a merced de miserables, Ay!
Tal será mi vergüenza
que enviaré mi fantasma a librarme de ellos

El shahîd nunca es un fanático, es alguien de verdad. No es un loco, es alguien de una salud absoluta. El shahîd no es alguien que lucha por una ‘ideología extremista’ sino que es alguien por cuyas entrañas fluye la sangre de personas verdaderas. No es un desesperado, sino que es musulmán.

El shahîd no es un mártir cristiano, es un guerrero, un muÿâhid, pertenece a Allah, a ese fondo de la existencia al que no tienen acceso los pusilánimes. Quien se envuelve en bombas para llevarse por delante a los agresores es alguien que ha renunciado de verdad y se entregó a la mentira, al engaño, al crimen.

Hemos señalado que ‘martirio’ se dice en árabe Shahâda, que es también el nombre del primer pilar del Islam que consiste en decir que ‘no hay más verdad que Allah’. El que pronuncia esa frase entra en el Islam. Con la Shahâda, en el sentido profundo de renuncia real a los ídolos del común de las personas, el musulmán sale de la vida miserable de los indignos para entrar en el Jardín de lo eterno. El shahîd ha dado testimonio de su sinceridad en el Islam, su primera Shahâda ha sido corroborada por la segunda, su inicio en el Islam ha sido confirmado por el sello que ha puesto a su existencia formal. Por ello, sobre el shahîd no hay dudas: está con Allah, en la exuberancia del Creador de la vida.

El shahîd es alguien inquietante. Y lo es porque su Islam, su rendición a su Divinidad, no ha sido una simple declaración sino un acto supremo con el que ha liberado al mundo de tiranos y embustes.

Fuimos tan gracioso
y también tan valientes que aún reímos

El Corán dice: “No digáis de los que han caído sobre la Senda de Allah que están muertos: están vivos...”. Están vivos porque aceptar la humillación y la derrota no es vida. Vive el que ha confiado en Allah, ha confiado en la eternidad, y no ha tenido reparos en sacrificar su vida humillada y derrotada en aras de lograr una gran victoria.

Si la adversidad triunfa dolerá porque fui feliz

El shahîd siempre es vencedor. Ha ganado en el momento en que no ha dudado de lo Cierto. Su Islam, su Verdad, no era una religión en la que consolarse sino un desafío tremendo dirigido a lo más hondo de su ser y al que ha sabido responder dando su vida para triunfar en la Verdad que sostiene los cielos y la tierra.

El shadîd no tiene límites. Los miedos, los fantasmas, las quimeras, nos impiden la resolución que hay que tener para poder llegar a ser un shahîd. El shahîd, el que ha decidido luchar sin reparos, antes ha tenido un momento de lucidez radical en el que han caído los dioses que paralizan al Hombre. En el shahîd ha emergido el Califa, el ser soberano, para el que la vida y la muerte no son condiciones ni fronteras.


El tema termina con la voz del Indio diciendo “Pinturas de Guerra” en loop y deformándose en cada repetición.

Misma deformidad que sucede con la imagen de la persona mártir, los intereses en juego, y en el concepto de justicia y verdad.

En el Islam no hay un culto a las batallas, a la muerte, pero si a la defensa de toda vida y la justicia y para quienes caen en dicha defensa tienen un lugar elevado en nuestros corazones.


Hoy 10 de Muharram se recuerda el martirio del Imam Husein, nieto del Profeta Muhammad.

A pocas horas de haberse encontrado al nieto 133 se dedica este escrito y nuestras súplicas para nuestros 30.000 mártires.

“No digáis que están muertos: están vivos...”.

Miguel Tano Santucho, hermano del Nieto 133 manifestó: "Mi primer pensamiento fue y siempre va a ser para mi mamá y mi abuela que siguen viviendo en mí y en todas estas búsquedas. No estaría acá sin ellas", sostuvo. "Haber podido encontrar a mi hermano demostró lo fuerte y valiosa que fue mi mamá en ese momento, cómo pudo seguir luchando y defendiendo la vida".





Comentarios

  1. Muy bueno !!! Tus posteos están buenos no solo por lo que contás sino por que te hace pensar. Capo.

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