Sura 7: "El árbol del Gran Bonete"
Sura 7:
El árbol del Gran Bonete
1.
Su
cuchillo de herrero afiló
el señor de los cielos
2.
(miren
lo que este bicho logró
al confiar en sus sueños)
3.
Soy
joker comodín
en la estrella del sur
4.
Sacudido
del árbol cayó
un fruto dulce muy raro
tropecé con mis ganglios
y vi que morderlo era caro.
5.
Soy
joker burlón
en la estrella del sur
6.
Pida
lo que usted quiera, Señor
el límite es el cielo, Señor
de un dios nuevo, mejor hecho
y bajo nuestro pulgar.
7.
Volveré
a sumergirme, Señor
en este frío loco?
Tiene usted para mi alguna luz
en esta noche eterna?
8.
Ya
me hartó la función
en la Estrella del Sur.
Sura Redonda.
El título, sin vueltas, nos lleva al
famoso y tradicional juego argentino de El Gran Bonete:
Reglas:
Las chicas y los chicos se sentarán
formando un círculo, y en el centro estará quien haga de Gran Bonete. Cada
participante tendrá asignado un color.
El juego se inicia con las palabras del
Gran Bonete:
- Al Gran Bonete se le ha perdido un
pajarito y dice que el color, a modo de ejemplo, Negro lo tiene (señalando a
cualquiera de las participantes, tenga este último el color nombrado o no, para
tratar de confundirles)
Si la persona de negro está atenta dirá:
- ¿Yo, señor/a?
- Si, señor/a.
- No, señor/a.
- Pues, entonces ¿quién lo tiene?
- ¡El color Verde!
La falta se produce cuando contesta
alguien que no tiene el color al que se alude o no contestando la persona con
el color adecuado. En ese caso se anota prenda y a las 3 prendas, se paga
penitencia.
Por la referencia al árbol, señor de los
cielos, Dios, estrella del Sur (alusión a la Divina comedia del Dante), donde
en el Purgatorio dice ver cuatro estrellas, la Cruz del Sur, que solo puede ser
vista en el hemisferio sur. También vemos la referencia a la “caída” de la
humanidad del paraíso y el gran Bonete, por supuesto, es ese dios de las reglas carentes de sentido y de bondad.
La comparación de las reglas de la
religión con el juego del Gran Bonete, en donde se hace foco en el error y que
las reparaciones son penitencias absurdas.
Respecto a la idea de la “naturaleza
caída” de la humanidad, el mensaje del Islam se confronta a esto, ya que desde
sus inicios habló de la fitra, la inocencia última que rige desde el fondo de
toda criatura. (Ver Sura 5: El Tesoro de los Inocentes)
El Profeta Abraham:
Las primeras dos aleyas nos habla de la
interpretación, que para el Indio es errónea, de la historia del Profeta
Abraham (Ibrahim), quien sueña que debe para probar su fe, degollar a su hijo
Ismael (Según la tradición Islámica). Ibrahim lleva este sueño a la realidad
disponiendo a su hijo para su sacrificio. La Divinidad lo premia y le indica
que sacrifique un cordero en lugar de su hijo. Esta lealtad de fe es la que festejan
la comunidad islámica en el Eid Al Adha, o Fiesta del Sacrificio.
Su cuchillo de herrero afiló
el señor de los cielos
(miren lo que este bicho logró
al confiar en sus sueños)
Hay musulmanes y musulmanas que no
interpretan esta historia como lo hace la mayoría de la comunidad e indica que
el sacrificio de Abraham con Ismael no era un degollamiento sino levantar una
comunidad en medio de la nada entorno de la construcción de una Casa (Kaaba).
Imagine la locura de que alguien siga a
un Dios que le pide, como a manera de fidelidad que mate a una persona
inocente, y que esa persona inocente sea su propio hijo.
Para más detalles les dejamos el
siguiente link (Es un audio que comienza en catalán pero la explicación es en español):
Errores, pecado, penitencia y condenas:
En el mensaje del Islam quién abandona
no tiene premio:
Le preguntaron
a ´Ali acerca de la persona que comete faltas, le dijo: "Pide perdón a La
Divinidad y se arrepiente ", le dijeron: "¿Y si retorna la
falta?" Le dijo: "Pide perdón a La Divinidad y se arrepiente",
le fue preguntado: "¿Así hasta que muera?", le dijo: "Hasta que
sea Satanás el que salga perdiendo". Le preguntaron a Al Hasan: "¿No
debería avergonzarse aquella persona que se arrepiente ante La Divinidad por
sus faltas, luego retorna a ellas, luego se arrepienta y luego retorna a las
faltas?", respondió: "Esto es lo que desea Satanás, no os canséis de pedir
perdón jamás". Junto con el arrepentimiento y el pedido de perdón deben
realizarse obras de bondad para componer dichas faltas, sobre todo devolverle
los derechos a la persona damnificada o disculparse ante ella.
"Quien
haga un mal o sea injusto consigo mismo y luego pida perdón a La Divinidad,
encontrará Una Divinidad Perdonadora y Misericordiosa" (4:110).
“No desesperéis de la
misericordia de La Divinidad, que de la misericordia de la Divinidad solamente
desespera la gente que no tiene fe.” Corán 12:87
El Profeta Muhammad (que la paz y las
bendiciones de La Divinidad sean con él) dijo: “La Divinidad ha perdonado a las
personas por sus errores y olvidos, y por lo que se vieron obligados a hacer”.
En el mensaje del Islam no existe el
concepto de pecado. Hay errores. No debemos sentirnos miserables, ni pensar que
hemos ofendido a La Divinidad. No hay arrepentimiento, si reparación. No hay
culpa, si responsabilidad. No nos sentimos miserables, si responsables.
Entonces ¿De qué se trata el perdón de La Divinidad?
La palabra árabe que se traduce como
perdón es Magfira. Magfira no es perdón sino amparar/ocultar. La magfira tiene
el efecto de no dejar que nuestros errores transformen nuestra conciencia
envileciéndonos y constituyéndose en norma de nuestros actos futuros.
Que no te corran con el miedo. Que no te
corran con el jueguito de la condena. Siempre hay oportunidad de repararnos y
reparar.
El protagonista se define como joker, comodín
y burlón.
Joker es la denominación inglesa a lo
que conocemos como bufón. Los bufones fueron personajes de la realeza con una
función muy especial, con privilegios ante los poderosos para decir lo que a
nadie le estaba permitido pronunciar o reírse de quien nadie osaría hacerlo,
han sido sus características principales. Se les concede el insólito mérito de
humanizar al gran mandatario, haciéndole sentir, supuesta y temporalmente, como
un mortal más.
La referencia
de comodín nos agrega dos posibles aspectos de nuestro personaje. Es de alguien
que puede cumplir varias funciones de acuerdo con la necesidad o conveniencia y
por otro nos lleva a investigar sobre la carta del Tarot al cual denominan El
Loco.
La carta viene definida por un hombre
que camina hacia el futuro, apoyado en un bastón. Porta una especie de fardo
apoyado en el hombro. Camina vestido de bufón y un lobo le intenta morder por
detrás, como queriendo frenarle. Esta carta, igual que el Arcano que representa
la muerte, no lleva número alguno escrito, lo que viene a significar que no es
de este mundo, que vive al margen de esta sociedad. Por su vestimenta, la de un
bufón, podemos intuir que el mundo se ríe de él, ya sea de su locura o de
su cordura. El hecho de que porte una especie de equipaje viene a significar
que ha roto con todo y se ha lanzado a lo desconocido o, en su caso,
ha elegido un camino distinto al que tenía. Se puede intuir que, en el fardo,
en el equipaje, porta un resumen de todas sus vivencias vitales. El bastón
sobre el que se apoya puede simbolizar la voluntad, el interés. Denota un
futuro sin rumbo, una existencia vacía hacia un destino incierto e igual de
vacío.
Esta carta representa alguien distinto,
que, contraviniendo normas y convicciones sociales, ha dejado todo para ir
hacia lo desconocido. Para algunos simboliza incluso, una locura fingida solo
para escapar de convencionalismos sociales. (Fuente)
Uniendo las referencias previas podemos
decir que esta sura es una crítica profunda al sistema religioso basado en la
culpabilidad y del uso de La Divinidad. El bufón si bien se identifica con una
tradición, se atreve a “cantarles las cuarenta” a la construcción de poder por
medio de la fe. Un idealista, un loco, pero también puede ser utilizado como un
comodín. Los dichos de las personas críticas de las instituciones religiosas o
interpretaciones pueden ser utilizados, por ejemplo, en el caso del Islam, por
los islamófobos para valerse de la crítica y avalar su odio al Islam o por los
tradicionalistas que suelen usar sus mismos argumento para darle un lavado de
cara a su ortodoxia asfixiante.
El árbol:
El árbol simboliza al pecado original,
al fruto prohibido que comieron Adán y Eva.
La carga del pecado original, el primer
pecado que mucho leen como producto de la incidencia de lo femenino. Toda esa
lectura es ajena a la interpretación en el Corán de Muhammad.
Toda persona nace sin el peso de los errores
de sus antepasados. No existe el concepto de pecado en el Islam. Existe el
concepto de daño que debe ser reparado y la responsabilidad de los actos está
íntimamente relacionada con el conocimiento.
Dice Abdelmumin Aya:
“El Islam de Muhammad es una moral sin
pecado. El pecado original no existe. Para tratar de calmar la angustia que le
supone a las personas la toma de conciencia respecto a su mundo, las religiones
y mitologías inventan algo así como un pecado de los orígenes donde nos vemos
obligados a demonizar el pasado, a querer confesar que en algún tiempo remoto
debimos haber cometido algún error trascendental. Pero a quienes siguen el
Islam se nos ha revelado que no ha habido error en el proceso que nos ha traído
a nuestro estado actual de conciencia. Nuestra angustia actual no está
producida por una frustración a nivel profundo en el pasado de nuestra especie,
sino por una expectativa inimaginable de futuro.”
El comienzo:
“Enseñó a Adán la ciencia de los nombres
de todos los seres (la ciencia secreta de la creación y los nombres de toda
ésta)” (2:31)
Los ángeles le advierten a La Divinidad:
La Divinidad dijo a los ángeles: “Voy a
poner en la tierra a alguien que ha de cuidarla.” Dijeron: “¿Vas a poner en
ella a alguien que extenderá la corrupción en ella y la corromperá? Respondió:
“Ciertamente, Yo sé lo que vosotros no sabéis.” (2:30)
Lo único que tiene que hacer la
humanidad es demostrar que los ángeles se equivocaron. Por el momento tienen
razón.
Después viene el conocido pasaje del
árbol con el fruto prohibido.
“--y les sedujo con
pensamientos engañosos. Pero tan pronto como hubieron probado ambos del árbol,
se volvieron conscientes de su desnudez; y comenzaron a cubrirse con hojas del
jardín. Y La Divinidad les llamó: “¿No os prohibí ese árbol y os dije, ‘En
verdad, Satán es enemigo declarado vuestro’?” “(7:22)
Para nuestra
lectura, esta historia fue el comienzo de la naturaleza de la humanidad. Por
más que la humanidad tenga conocimientos siempre tendremos una constante lucha interna.
Acá no se culpa al libre albedrío o una elección o el comer un fruto prohibido.
Nos debemos concentrar en que cosas se nos presentan como acciones buenas, o
inocuas, y que terminan siendo un gran problema para nosotros y nosotras mismas
y para nuestro entorno.
“OH Hijas e Hijos de
Adán! Ciertamente, hemos hecho descender para vosotros [el conocimiento de la
confección de] vestidos para cubrir vuestra desnudez, y como adorno: pero el
vestido de la consciencia (taqwa) es el mejor de todos. En esto hay un mensaje
de La Divinidad, para que la persona pueda tenerla presente.” (7:26)
La taqwa es el estado de
conciencia de la existencia de Allah, del alcance y la responsabilidad de
nuestros actos. La taqwa es ese estado de
alerta constante. Es el despertar del cuerpo y de alma.
Ahora si ponemos
atención a la frase que le dice La Divinidad a los ángeles: “Voy a poner en la tierra a alguien que ha de cuidarla” con lo cual
ya se sabía que la tierra iba a ser nuestro destino final de vida o que no había
diferencia de locación entre El Jardín primero y en donde habitamos. Nuestra
deducción es que se trata de un estado de conciencia.
Por eso nuestro profeta va contra la
concepción conocida, va contra ese árbol, contra la visión violenta del
sacrificio de Abraham, sobre la culpabilidad, sobre el juego perverso de que
perdimos un tesoro, un paraíso para siempre por culpa de una acción simple como
comer un fruto, tal vez culpa de un dios que no dio demasiada información y
esperó a que nos equivoquemos como un Gran Bonete. Por eso se desprende de esa
cosmovisión y se convierte, tal vez, para el resto en el Loco de la figura que
representa el Tarot.
Y la otra punta de esto es la creación
de una Divinidad a medida de esta interpretación:
“un dios nuevo, mejorado y bajo nuestro
pulgar”.
Hay algunos dichos de la comunidad
islámica atribuida a La Divinidad pero que no pertenece al Corán:
“Yo soy como la persona espera que yo
sea. Que piense, entonces, de mi lo que quiera”
“Yo soy como mi creyente o creyenta
espera que yo sea. Si piensa bien de mí, encuentra el bien, y si piensa mal,
encuentra el mal”.
Hay que estar atentos y atentas a que
imagen de La Divinidad nos obligan a creer. Si prestamos atención a los
discursos teológicos tiene siempre un fin específico que puede ser, controlar,
mantener una comunidad a fin de lograr un cierto poder, etc. Muy pocas son las
teologías liberadoras de culpas y sobre todo provocadoras de actos justos o
enfocadas a la justicia social.
Puede que la parábola de Sheytan, el
fruto, y Adán y Eva no haya terminado.
Es muy probable que el fruto prohibido
es hacer una teología y que terminemos generando corrupción bajo la bandera de
una fe. Tal vez lo mejor sería que nos “desnudemos” y vistamos la mejor ropa,
que según el Corán es la TAQWA.
Taqwa según fuentes Tamazigh (Bereber):
Viene del verbo "proteger,
preservar".
En una interpertación esotérica, tener taqwa es hacer lo que debes para protegerte,
ser precavido. Dice un dicho que taqwa es hacer las cosas con cuidado. Se nos
ha transmitido que tener taqwa es andar por el mundo como andaríamos
con una túnica por un zarzal o campo de espinas. Con delicadeza para que no se
nos rasgue. Entonces, taqwa es ser consciente de que te mueves en
una realidad ante la que te postras. Hacerte consciente de ti mismo es
automáticamente hacerte consciente de Allâh.
En una interpretación exotérica, tener taqwa es proteger a Allâh. En el Corán no se
habla de "protegerse de Allâh", sino "proteger a Allâh".
Significa interiorizar todo lo que vaya significando Allâh para no contaminarlo
y convertirlo en un ídolo. Si proteges a Allâh en ti, Allah te protegerá en Allah;
si lo interiorizas, Allah te interiorizará: Allah será tu escudo aniquilándote
en Allah.
Si queremos decir en árabe "las
personas que están prevenidas" o "las personas que están bien
atentas" emplearemos el término muttaqîna,
que viene de taqua. Se los
describe en el Corán por su actitud de apertura a Allah. Las muttaqîn son los puentes entre Allah y el
mundo, de modo que sirven de elementos de reafirmación y ordenamiento del
universo. A base de salat (oración o acción solidaria) se
sumergen en Allah; a base de generosidad se sumergen en la sociedad. Salat y generosidad son las acciones propias
de la "persona despierta". Para nuestro mundo...un loco ...una loca.
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