Sura 17: "Todo un palo"


Sura 17:





Todo un Palo


1. El futuro llegó hace rato
todo un palo, ya lo ves!

2. Veámoslo un poco con tus ojos...
¡El futuro ya llegó!

3. ¡Yo voy en trenes!
(no tengo donde ir...)

4. Algo me late
y no es mi corazón

5. ¿Cómo no sentirme así?
¡si ese perro sigue allí!

6. ¿Qué podría ser peor? (eso no me arregla...)
Eso no me arregla a mí!

7. ¡Estás llamando a un gato con silbidos
el futuro ya llegó!

8. llegó como vos no lo esperabas
Todo un palo, ya lo ves

9.Yo voy en trenes!
(no tengo donde ir...)
Algo me late y no es mi corazón.



Sura Redonda.

No hay dudas para el oído musulmán. El Indio está trayendo a nuestra época la historia de la Gente de la Cueva.

Antes de analizar la sura de Solari repasemos el relato de los jóvenes durmientes.


Los versículos 9-26 del capítulo 18 cuenta la historia del Pueblo de la Cueva (Ashabu Al-Kahf). Jóvenes que vivieron en una época donde fueron perseguidos por sus creencias. Huyeron de la ciudad, y se refugiaron en una cueva donde se quedaron dormidos. La Divinidad los puso a dormir durante exactamente 309 años como se menciona en el Corán. Allah creó este milagro con el fin de proteger a los jóvenes. Cuando despertaron 309 años más tarde, se encontraron viviendo en una sociedad que ya no les perseguiría por sus creencias.


“¿Crees que los de la caverna y de ar-Raqim* constituyen una maravilla entre Nuestros signos? (9) Cuando los jóvenes, al refugiarse en la caverna, dijeron: «¡Señoría! ¡Concédenos una misericordia de Ti y haz que nos conduzcamos correctamente!» (10) Y les hicimos dormir en la caverna por muchos años. (11) Luego, les despertamos para saber cuál de los dos grupos calculaba mejor cuánto tiempo habían permanecido. (12) Vamos a contarte su relato verdadero. Eran jóvenes que creían en su Señoría y a quienes habíamos confirmado en la buena dirección. (13) Fortalecimos su ánimo cuando se levantaron y dijeron: «Nuestra Señoría es la Señoría de los cielos y de la tierra. No invocaremos a más divinidad que a Ella. Si no, diríamos una solemne mentira. (14) Este pueblo nuestro ha tomado divinidades en lugar de tomarle a Ella. ¿Por qué no presentan alguna autoridad clara en su favor? ¿Hay alguien que sea más impío que quien inventa una mentira contra Alá? (15) Cuando os hayáis alejado de ellos y de lo que, en lugar de La Divinidad, sirven, ¡refugiaos en la caverna! Vuestra Señoría extenderá, sobre vosotros algo de Su misericordia y dispondrá de la mejor manera de vuestra suerte». (16) Habrías visto que el sol, al salir, se desviaba de su caverna hacia la derecha y, al ponerse, los rebasaba hacia la izquierda, mientras ellos estaban en una oquedad de ella. Ése es uno de los signos de Alá. Aquél a quien Alá dirige está bien dirigido, pero para aquél a quien Ella extravía no encontrarás amistad que le guíe. (17) Les hubieras creído despiertos cuando, en realidad, dormían. Les dábamos vuelta a derecha e izquierda, mientras su perro estaba en el umbral con las patas delanteras extendidas. Si les hubieras visto, te habrías escapado de ellos, lleno de miedo. (18) Así estaban cuando les despertamos para que se preguntaran unos a otros. Uno de ellos dijo: «¿Cuánto tiempo habéis permanecido?» Dijeron: «Permanecimos un día o menos». Dijeron: «Vuestra Señoría sabe bien cuánto tiempo habéis permanecido. Enviad a uno de vosotros con esta vuestra moneda a la ciudad. Que mire quién tiene el alimento más fresco y que os traiga provisión del mismo. Que se conduzca bien y que no atraiga la atención de nadie sobre vosotros, (19) pues, si se enteraran de vuestra existencia, os lapidarían u os harían volver a su manera de vivir y nunca más seríais felices». (20) Y así los descubrimos para que supieran que lo que Alá promete es verdad y que no hay duda respecto a la Hora. Cuando discutían entre sí sobre su asunto. Dijeron: «¡Edificad sobre ellos! Su Señoría les conoce bien». Los que prevalecieron en su asunto dijeron: «¡Levantemos sobre ellos un santuario!» (21) Unos dirán: «Eran tres, cuatro con su perro». Otros dirán: «Eran cinco, seis con su perro», conjeturando sobre lo oculto. Otros dirán: «Eran siete, ocho con su perro». Di: «Mi Señoría sabe bien su número, sólo pocas personas les conocen». No discutas, pues, sobre ellos, sino someramente y no consultes sobre ellos a nadie. (22) Y no digas a propósito de nada: «Lo haré mañana», (23) sin: «si Alá quiere». Y, si te olvidas de hacerlo, recuerda a tu Señoría, diciendo: «Quizá mi Señoría me dirija a algo que esté más cerca que eso de lo recto». (24) Permanecieron en su caverna trescientos años, a los que se añaden nueve. (25) Di: «Alá sabe bien cuánto tiempo permanecieron. Suyo es lo oculto de los cielos y de la tierra. ¡Qué bien ve y qué bien oye! Fuera de Ella, los hombres no tienen amistad. Y Ella no asocia a nadie en Su decisión». (26)”



El futuro llegó hace rato
todo un palo, ya lo ves!
Veámoslo un poco con tus ojos...
El futuro ya llegó!


Para los durmientes de la cueva, dicha experiencia fue lo más cercano a un viaje al futuro. Ellos se durmieron en una época y despertaron en otra. Ellos sintieron que ha pasado un día y no 309 años.


El Indio nos interpela indicando que nuestro milagro no está en dormirnos y ver que las cosas se arreglan solas a nuestro alrededor como sí les ocurrió a los jóvenes, sino en actuar ya y ahora. Las condiciones están dadas, ese “futuro” está en nuestras manos.

Todo un palo, ya lo ves, nos invoca a despertarnos.

Veámoslo un poco con tus ojos, es una invitación a que seamos testigos de primera mano de lo que sucede, que no nos cuenten las cosas y también nos invita a expresar lo que sentimos y como lo vemos.


¡Yo voy en trenes!
(no tengo donde ir...)

Algo me late
y no es mi corazón


Analogía del tren como sociedad. Estamos dentro del sistema, pero para la realidad de muchas personas no hay rumbo. Y lo que late es todo, la cabeza, el estómago, el cuerpo por las necesidades propias y ajenas, late todo menos el corazón que ya no puede más.


“el Jardín será acercado a quienes hayan tenido conciencia de Alá, bien cerca: (31) Esto es lo que se os había prometido, a toda persona sinceramente doliente, observadora, (32) que tiene conciencia de La Divinidad Compasiva y viene con corazón triste.” (Sura 50:33)



¿Cómo no sentirme así?
¡si ese perro sigue allí!

¿Qué podría ser peor? (eso no me arregla...)
Eso no me arregla a mí!


En estas aleyas sin dudas hace referencia al perro Al Raqim o Qitmir. Aún el perro sigue allí quiere decir que se tiene que hacer algo ya, y que no va a suceder nuevamente el milagro de los durmientes. Ya no va a pasar el suceso de dormirse y al despertar la situación estará resuelta. Supongamos que sí sucede, tal vez se modifique nuestro entorno, pero eso no implica que hemos sanado, eso no nos arregla.


¡Estás llamando a un gato con silbidos
el futuro ya llegó!


Metáfora de distracción, que estamos haciendo algo que sabemos que no tendrá seguramente resultado alguno. Mientras tanto la vida pasa y el futuro nos llega constantemente.

La Divinidad nos advierte esto en la aleya 5:20:

“¡Sabed que la vida de acá es juego, distracción y adornos, revalidad en jactancia, afán de más hacienda, de más descendencia!


* En la tradición islámica, Al Raqim era el perro que custodiaba a los legendarios Siete Durmientes y que los defendió durante todo su largo sueño. Otras narraciones identifican que el perro se llamaba Qitmir. Sin embargo, Al Raqim ha sido identificado alternativamente como el nombre de la ubicación de la cueva de los Siete Durmientes, o el nombre de una "placa de bronce o mesa de piedra" ubicada en la cueva, nombrando a los durmientes.

Pintura de Briant Rokyta

Comentarios

  1. Emocionante y perfectamente delineadas las analogias, reflexionemos! Este verso llama a la reflexión a los q pir correr la nada misma, no ven!

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    1. Muchas gracias por tu comentario! Salam! A despetar pués!

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