Sura 47: "Esa estrella era mi lujo"

 



1.      ¿Era todo?, pregunté
(soy un iluso).
No nos dimos nada más
sólo un buen gesto.

2.      Mordí el anzuelo una vez más
(siempre un iluso).
Nuestra estrella se agotó
y era mi lujo.

3.      Ella fue por esa vez
mi héroe vivo.
¡Bah! fue mi único héroe en éste lío.
La más linda del amor
que un tonto ha visto soñar
metió mi rock´n roll bajo éste pulso.

Sura Redonda.

El tema habla del amor a todo lo que no es real, de la energía que le ponemos a lo que no es beneficioso para nosotros y nosotras, ni para la sociedad, amor a lo banal, hacer de lo material un mérito.

La cosmovisión islámica llama a la vida terrenal, a lo material como “Dunia”.

¿Era todo?, pregunté
(soy un iluso).
No nos dimos nada más
sólo un buen gesto.

Muchas veces nos referimos a la vida terrenal como algo efímero e ilusorio:

El Mensajero de Allah dijo: “Juro por Allah que la vida de este mundo a comparación de la otra (eterna) es como si alguien introduce su dedo en el mar, que vea cuánta agua queda en su dedo (a comparación del mar).”

“Sepan que la vida mundanal (Dunia) es juego, diversión, encanto, ostentación y rivalidad en riqueza y dinastía. Es como la lluvia que genera plantas que alegran a los sembradores con su verdor, pero luego las ven amarillearse hasta convertirse en heno. En la otra vida, ustedes recibirán las consecuencias de sus acciones por parte de la Divinidad. La vida mundanal no es más que un disfrute ilusorio.” (Sura 57:20)

Dice el Sheij Tamazigh:

El Dunia es inequívoca la tendencia del yo a hundirse, a hacerse pesado, a acomodarse a las cosas, a rellenarse de nada.

La vida espiritual no consiste en no disfrutar de las cosas, sino en no obsesionarse con su disfrute. Lo habitual es la obsesión por el confort y la molicie, así que el tratamiento de los sufis suele ser de shock pidiéndote que renuncies a eso.

“Gánate el Paraíso con lo que La Divinidad te ha concedido, y no te olvides que también puedes disfrutar de lo que La Divinidad ha hecho lícito en esta vida. Sé generoso [con tu prójimo] como La Divinidad lo es contigo, y no contamines la tierra; La Divinidad no ama a quienes contaminan [a sabiendas]". (28:77)

El Dunia no es malo. Es sólo la dimensión de la humanidad. De lo que parte. Dice el Corán: "la humanidad recibe la impronta del mundo". Trascender esa dimensión inicial para moverte en una nueva dimensión que a tu naturaleza-en-su-desenvolvimiento le sea naturalmente propia es el mensaje del Islam. Dunia en árabe es nombre de mujer: "arrebatadoramente bella". No es, por sí mismo algo malo.

Debemos aprender a relacionarnos con las cosas de este mundo, elegir nuestra forma de vida, la manera en que nos relacionamos con las demás personas, con la sociedad, con los ideales, con lo político, etc. En la cosmovisión del Islam, todo está relacionado con todo.

La persona kafir, generalmente se traduce como infiel o incrédula,  es aquella que no traspasa el objeto, y no llega a descubrir en el objeto la semilla (habb) de amor (hubb) que lo hizo.

En árabe, "santo" se dice de dos formas: sâleh y wali. Wali viene del verbo árabe "ser contiguo a algo", y sâleh de "ser útil, ser provechoso". Se es wali a Allah, se es sâleh a las personas. El santo o la santa en el Islam no tiene que ser alguien que mantiene la castidad, no tiene que rezar más que nadie, no tiene que apartarse del mundo, no debe ser especialista de lo sagrado, solamente su amor La Divinidad y su utilidad benéfica a la sociedad lo distingue del resto de las personas.

La sociedad árabe denominaba Ilâh a aquello en cuya eficacia la persona confiaba. Pero no hay nada digno de confianza salvo Allah. Ilâh está relacionado en árabe con dos raíces: “ser oscuro, ambiguo” y “producir amor, enamorar”.

La ilaha illa Allah.

Dijo un sheij:

Allah es una vía por la cual partiendo de fuera de ti llegas a conocerte, a enamorarte de ti, a poderlo todo contigo.

Mordí el anzuelo una vez más
(siempre un iluso).

En resumen, el tema nos lleva a reflexionar en que podemos caer en seguir falsas ideologías, falsas divinidades, falsos ideales, falsas morales o simplemente en un materialismo sin sentido.

Nuestra estrella se agotó
y era mi lujo.

Nos recuerda a la historia del Profeta Abraham en la cual quería enseñarle esto mismo a su gente:

Ibrahim (Abraham)  a modo de ejemplificar, simulaba adorar a las estrellas para demostrar a su pueblo que lo tomado como divinidad no era más que algo efímero.

“Cuando le envolvió la noche, vio una estrella. Dijo: «¡Ésta es mi divinidad!». Pero cuando se ocultó, dijo: «¡No quiero lo que desaparece!» (76) Entonces, al ver la Luna naciente, dijo: «¡Ésta es mi divinidad!», pero cuando se ocultó, dijo: «¡Si mi divinidad no me guía, sin duda seré de la gente extraviada!» (77) Cuando vio el Sol naciente, dijo: «¡Éste es mi divinidad! ¡Éste es el mayor astro!» Pero cuando se ocultó, dijo: «¡Oh, pueblo mío! ¡Soy inocente de aquello que adoráis junto a La Divinidad! (78)”(Sura 6:76-78)

Enseñó el Sheij:

Se trata de conocer a Allah en su Unidad porque te has desembarazado de lo que te dispersa. Entre dos cosas que te llamen la atención, una es siempre más real. Sigue eligiendo siempre lo más real sobre lo menos real y llegarás a la Unicidad de Allah.

Duniâ es el universo en tanto que velo. `Âlam es el universo en tanto que es signo de Allah, desvelable. El sufi no es asceta, no renuncia al `âlam sino al duniâ. Cómo es el mundo que nos rodea depende de nuestra educación en la percepción. Si para nosotros el universo es duniâ  o`alâm depende de nuestra sabiduría. `Âlam  de la familia de àlama (signo); dunia del verbo “estar cercano”.

Ella fue por esa vez
mi héroe vivo.
¡Bah! fue mi único héroe en éste lío.

La más linda del amor
que un tonto ha visto soñar
metió mi rock´n roll bajo éste pulso.

Pero finalmente, si bien el protagonista se reconoce poco perspicaz, sabe que en lo único que Sheytan no le puede engañar cuando una persona sueña con el Profeta Muhammad.

Ella fue por esa vez

La más linda del amor
que un tonto ha visto soñar

(la imagen del Profeta.)

El Profeta Muhammad solía decir: ”Quienquiera que me vea en un sueño me habrá visto, porque Shaytan no puede tomar mi forma'".

Muhammad - rasulullah (Profeta de La Divinidad) no es un hecho histórico, sino que es reconocer la capacidad de las personas de recibir la Revelación.

El Sheij dijo sobre los sueños:

Si viéramos cuando vemos, si oliésemos cuando olemos, no necesitaríamos del sueño para comprender aquello que estaba delante de nuestros ojos pero no hemos sabido ver. El sueño de un hombre sano es como el revelado de la fotografía que se tomó despierto: es cuando todo lo que ha sido percibido sin conciencia de estarlo percibiendo se nos manifiesta.

Conocemos algo de la muerte en todo aquello que nos desborda... el amor, el odio, el sueño, el orgasmo... todo aquello que cuestiona nuestros límites tiene que ver con Allah.

Soñar con el Profeta es la realidad; no tienes derecho a la interpretación de una visión de él. Por eso, si sueñas con el Profeta, lo has visto realmente.

mi héroe vivo.

¡Bah! fue mi único héroe en éste lío.

metió mi rock´n roll bajo éste pulso.



Artista: Ceyda Şensoy. "Dormir". Técnica mixta sobre lienzo


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