Sura 34: "Ceremonia durante la tormenta"
1. La belleza atrae a malvados
más que a cualquier cosa
Hay de lavanda un bombón
en mujeres con tibios manjares.
Y hay ceremonias en la tormenta…..
2. Y hay también un topacio en Brasil
que quita los dolores
y un abundante buffet del hotel
esperando en tu suite por la cita
Y hay ceremonias en la tormenta…..
3. Fino cristal, licor de Ecuador
en la copa refleja tu risa
y así ves que no alcanzarás
a calmar esa sed que afiebra
4. Y siempre te sentís vulgar
si alquilás cruceros de amor
Corazón encadenado y triste
que guardás en tu aburrida virtud
5. Fuego prendés, un leño acercás
paladeás castañas asadas
y mirás el mar y la vida se ve
demasiado gris… sin deseos
Y hay ceremonias en la tormenta….
6. Te bronceás y elegís
y querés atrapar esa linda piba de Borneo
la corrés, la alcanzás… y el amor se te va…
otra vez escapa de tus manos
Y hay ceremonias de piedad
en la tormenta….. ¿No las ves?
Poderoso dios de amor
enviá la tormenta ya!
Sura India:
Esta canción no es más que una exégesis de las
aleyas pertenecientes a la Sura 10, Yunus (Jonás):
“La Divinidad es quien os permite viajar
por tierra y por mar. Y [ved que ocurre] cuando salís al mar en barcos: y
navegan con viento favorable, y se complacen de ello --hasta que les sobreviene
una tempestad y las olas les azotan por todos lados, y se sienten rodeados [por
la muerte; y entonces] claman a La Divinidad, de manera sincera [en ese
momento] en su fe: “¡Si nos libras de esto, seremos ciertamente de las personas
agradecidas!” (22) Pero tan pronto como La Divinidad les ha salvado
de ese [peligro], he aquí que se comportan insolentemente en la tierra,
atentando contra todo derecho. ¡Oh gentes! ¡Vuestra conducta insolente se
volverá contra ustedes! [Os preocupa sólo] el disfrute de la vida de este
mundo: [pero recordad que] al final habréis de volver a La Divinidad, y
entonces os haremos comprender todo lo que solíais hacer. (23) La
parábola de la vida de este mundo es justamente como la lluvia que hacemos caer
del cielo, y que es absorbida por las plantas de la tierra de las que las
personas y los animales obtienen su alimento, hasta que --cuando la tierra ha
asumido su ornamento y ha sido embellecida, y quienes habitan en ella creen
haber logrado el dominio sobre ella-- cae sobre ella Nuestro decreto, de día o
de noche, y la convertimos en un rastrojo, como si no hubiera existido un ayer.
¡Así exponemos con claridad estos mensajes para una gente que reflexiona! (24) Y
[sabed que] La Divinidad invita a la morada de paz, y guía a un camino recto a
quien quiere [ser guiado y guiada]. (25)”
La Divinidad en el Corán nos marca una
actitud que muchas personas tenemos, que es olvidarnos de esas pequeñas ceremonias
que suceden en las tormentas. Esos milagros que aparecen en momentos difíciles.
Y en los momentos difíciles aparece el recuerdo de La Divinidad, pero luego en
la calma, en la bonanza, nos olvidamos completamente. ¿ Y cómo redunda esto?
“Pero tan pronto como La Divinidad les ha
salvado de ese [peligro], he aquí que se comportan insolentemente en la tierra,
atentando contra todo derecho.” (Corán 10:23)
La Divinidad no nos dice que nos olvidamos
de Ella cuando el peligro se va, sino que como consecuencia de ese olvido jodemos la vida a otras personas. Nos olvidamos de cómo nos sentimos ante una
dificultad y como le hemos pedido a La Divinidad y Ella nos ha ayudado y luego
le generamos tormentas a otras personas. Atentamos contra sus derechos.
El Profeta Muhammad dijo:
"Ten cuidado con la súplica de la
persona oprimida, porque no hay velo entre ésta (súplica de aquella persona
quien está sufriendo injusticia) y La Divinidad”.
La sura citada casualmente se llama Jonás pero
su historia es detallada en otras suras coránicas:
Jonás abandonó su función de Profeta y ese
subió a un barco dejando a su pueblo. Una tormenta azotó el barco. El Profeta
sabía que esto no había sido coincidencia. Jonás saltó y un pez enorme se lo
tragó.
Jonás quedó asombrado cuando vio que estaba
en el estómago de un gran pez.
“Jonás, cuando se marchó enojado, pensó que
no lo iba a tener consecuencias, e invocó desde la oscuridad [: "No hay
otra divinidad más que Tú. ¡Glorificada seas! En verdad he sido de los
injustos". (21:87)
“Respondí su súplica y lo libré de su angustia.
Así ayudo a las y los creyentes.” (21:88)
Lujos:
“[Os preocupa sólo] el disfrute de la vida de este mundo: [pero recordad que] al final habréis de volver a La Divinidad, y entonces os haremos comprender todo lo que solíais hacer. “ (Corán 10:23)
Y hay ceremonias en la tormenta….
“Pues cuando a la persona le aflige una desgracia, Nos invoca, ya esté echada sobre su costado, sentada o de pie; pero tan pronto como le libramos de su aflicción, continúa como si nunca Nos hubiera invocado por la desgracia que le afligía. Así es como aparecen gratas a los ojos de quienes se dilapidan a sí mismos sus propias acciones. “ (Corán 10:12)
Nadie pide una tormenta. Lo que se está
pidiendo a gritos es una Ceremonia.
Arte: Ahmed Emad Eldin "No te debilites y no te aflijas"
Artista digital nacido y se crió en Jeddah, Arabia Saudita; El padre y la madre son ambas egipcias.
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